Me gustan los días lluviosos, cuando puedo sacar mis patitas y ponerlas en remojo en algún charco contaminado.
También me gustan los días soleados, aunque las púas se me ponen rojitas.
Dejo ir con facilidad todo aquello que siento que se escapa de mis manos, por mucho que lo quiera.
4 comentarios:
Los post-it pueden ser tan malos.
O tan buenos...
Me siento post-it.
¿Qué tal es eso de sentirse post-it?.
Pos titilando, como una hojita pequeña pegada al suelo, bajo el viento. No sé si me llevará.
Ni sé si el temblor es por el viento, o por el miedo.
Me voy al parque. A ver qué hacen las hojas caídas.
(No tengo dinero, no tengo futuro, no tengo ganas. No la tengo a ella, no me tengo a mí. Eso es lo peor: no me tengo.)
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